"En el fondo soy una buena chica. Pero también puedo ser una bruja. Soy una persona muy perfeccionista y tengo que soportar mucha presión. A veces, cuando quieres conseguir algo no tienes más remedio que ser una auténtica bruja". (Madonna)

Oh say can you see...

El viernes pasado me dieron la ciudadanía. Oficialmente, ya soy yanqui.


Lo curioso de todo el asunto es que yo decía "me vale madres, total, es un trámite más", "ya con eso no me van a dar lata cuando entre a EUA", "pues chance y con eso consigo beca más fácil".

Y ahora, sinceramente, me siento contenta, me siento un 3% yanqui, jejeje. Tengo que admitirlo, el tipo de vida que ellos llevan es bueno, la calidad es mejor, allá no tienes miedo de los zetas, no tienes miedo de quedarte sin chamba porque aunque sea trabajando en un McMierda te va bien, allá nadie se fija en cómo andas vestido, allá te vale madres el qué dirán... Pero el 97% que tengo de orgullosamente mexicana/antiyanqui me recuerda que también allá son patriotas hasta en el papel del baño, hacen guerras por petróleo y escogen a cualquier zoquete como presidente.

Como sea, el meollo de todo este asunto y por el que decidí escribir esta entrada es este:
Para mí la ciudadanía era un trámite más... hasta que me rechazaron la primera vez que hice el examen, todo por no cumplir con los papeles necesarios.

Ni hablar de cómo me sentí la segunda vez que hice el trámite, muy nerviosa, de verdad nerviosa, temblando toda en la sala antes de pasar a hacer el examen, y no se me olvida el sudor frío que sentí en todo mi cuerpo cuando me dijeron: en un plazo máximo de 90 días te hablarán para que asistas a la ceremonia... me acababan de dar la ciudadanía.

Ahora entendía la emoción que sentían muchos cuando finalmente les daban la ciudadanía. Sólo que ellos la sentían a la centésima potencia de lo que yo la pude haber sentido.

El viernes pasado fui a Los Ángeles a recibir finalmente el papelito que decía que ya era ciudadana americana. Tengo que admitirlo, me sentía nerviosa todavía. Al comenzar la ceremonia, hasta risa me daba que fuera un señor a entregarnos a presentarnos a todos ante un juez (me sentí como la novia a la que el padre entrega, jaja). El juez nos hizo jurar y finalmente nos dijo: Congratulations, you are now american citizens.

Todos aplaudían, y rápido movían las banderitas que nos dieron al entrar. A mí se me hizo un nudo en la garganta. Ahora entendía a todos esos que se ponen a llorar, que besan el suelo, que se abrazan, ahora entendí lo que para ellos representaba ser americano.
Aunque no me siento tan americana, el recibir la ciudadanía para mí representa el sacrificio que mi tío hizo hace 40 años, al irse como ilegal 'al norte' teniendo sólo 15 años. Para otros representa el recuerdo de haber entrado a ese país como ilegales, y finalmente poder salir a la calle sin temor. Para otros más significa poder volver a visitar a esa familia a la que hace años que no ha visto, desde que los dejó para irse como ilegal. Para otros, es un trámite más y por eso mejor hablaban por celular mientras se daba la ceremonia.

Como sea, no puedo negarlo, me emocioné al cantar el himno (y le aviso a mi hermana que yo iba maquillada y sigo saliendo maquillada a la calle). Así que desde el viernes en adelante, lo cantaré cada que pueda, al igual que hago con el mexicano.

Ya sé, nada qué ver con esta entrada, pero quería compartirles mi alegría ^.^

5 comentarios:

Valerie Sensei dijo...

Me alegro por ti. Lograste lo que tanto luchó tu familia.

Ahora bien, a mí siempre me hubiera gustado adoptar mi verdadera y no existente ciudadanía: : la puertorriqueña.

Lady Mara Grandchester dijo...

Te felicito Wannis...

Aunque sea una antiyanqui de hueso colorado...

Besines!

Anónimo dijo...

Felicitaciones por valorar el sacrificio de quienes lucharon para que hoy tuvieras esa oportunidad.

Saludos desde Japon.

Anabell dijo...

Con razón no te he visto ultimamente.

Yo creo que las cosas se hacen por una razón y tú debes tener una muy buena.

Sinceramente te felicito, porque cualquier cosa que se logre con esfuerzo, merece ser reconocida.

Me da gusto saber que que tienes bien puestas las camisetas que has decidido vestir. Vístelas con orgullo, sin importar lo que opinen o dejen de opinar los demás.

Te mando un abrazo apretado.

Anónimo dijo...

¡Qué irónico! Unos tratando de olvidar que son ciudadanos "yankies" y otros queriendo serlo.
Si nos dejáramos llevar por las atrocidades de los EEUU despreciaríamos todo lo que viniera de allá, incluyendo las becas.
Cada quien hace su camino, supongo.