"En el fondo soy una buena chica. Pero también puedo ser una bruja. Soy una persona muy perfeccionista y tengo que soportar mucha presión. A veces, cuando quieres conseguir algo no tienes más remedio que ser una auténtica bruja". (Madonna)

Daggering...

El otro día, hablaba con una amiga sobre lo impactante que le resultaba ver bailar a una pareja reggaeton. Ella no estaba acostumbrada a ver ese tipo de baile, le resultaba muy erótico. Y es que el reggaeton es un baile sensual en donde la pareja baila apretadita, moviendo sus cuerpos, un tanto simulando una escena sexual, pero con ropa.

En donde vivo, Puerto Rico, el reggaeton ha venido a formar parte de la cultura puertorriqueña. Si bien no fue creado en Puerto Rico, fue desde aquí donde se internacionalizó. El reggaeton proviene del estilo "dancehall" jamaiquino y que evolucionó gracias a una fusión panameña y puertorra.

Como muchos otros bailes, el perreo (baile del reggaeton) ha sido objeto de críticas. Este se une a la lista de bailes que una vez fueron censurados y ahora son aceptados y algunos hasta considerados como clásicos: el vals, el tango, la lambada...

Aquí, un ejemplo de cómo se baila reggaeton:




¿Sensual? ¿Erótico? ¿Vulgar? Cada quien tiene su opinión al respecto.

Ahora bien, si crees que el reggaeton es un baile vulgar, deja que veas este nuevo baile que ha surgido en Jamaica y se llama Daggering. El nombre significa "sexo duro y rudo".



Suelo ser bastante abierta para ver cosas nuevas, pero ésta me ha dejado sin palabras. No solo es un baile bastante agresivo, sino que la mujer se muestra sometida y un tanto abusada, aunque las chicas en el video se muestran complacidas al mismo tiempo. ¿Qué opinan ustedes? ¿Será un baile aceptado en nuestros países? Wow...

Casa de locos…

Siempre he soñado con vivir en un cuadro.  Uno de esos paisajes que nos muestran una alfombra de nieve franqueada por arboles secos y desnudos que se agitan al ritmo que marca una tormenta invernal.

Se me antoja fría y solitaria pero al mismo tiempo acogedora, pienso que fácilmente podría fundirme en el sin resaltar, perdida entre sus grises y matices térreos.

Podría moverme al ritmo de la ventisca con los ojos cerrados y los brazos alrededor de mi pecho, mientras el pelo húmedo se me pega a la cara.

Y si el frio fuera intolerable, entraría a mi cabaña enclavada en la falda de una montaña en el que jubiloso, me esperaría una chimenea encendida y cuyas llamas me saludarían en medio de su constante crepitar.

invierno

La cruda realidad es que vivo en un Kandinsky.   Todo confusión y efervescencia, rodeada de colores brillantes y figuras abstractas, rodeada del caos y del todo, perdida en la nada.

Vivo en un  cuadro donde tienes que ver muy detenidamente para encontrarme, donde tienes que abrir tus sentidos para entenderme, donde todos tienen razón, pero al mismo tiempo todos están tan equivocados.

Vivo en un cuadro donde no importa quien soy ni como me veo, por que estoy escondida entre sus líneas, por que lo que me rodea es más agobiante, más prioritario más impresionante.

Y sin embargo, por extraño que pareciera encajo perfecto, sin mi el Kandinsky no sería Kandinsky, mi vida no sería mía fuera de aquí.  Por que soy toda caos e inequilibrio.

Vivo plena y hago lo que puedo en un mundo parecido a un Kandinsky.

 

kandinsky

Una casa limpia es un signo de una vida perdida

Desde mi niñez, vi cómo mi madre se gastaba el pellejo limpiando cada sábado y domingo la casa. Era durísimo para ella, tener que hacerse cargo de dos hijas y un hijo autista, tener un trabajo a tiempo completo, complacer al marido y dejar en dos días la casa brillando para irse tranquila el lunes al trabajo. Vivía obsesionada con la limpieza del hogar. Incluso, le pedía a mi padre que nos llevara a pasear para poder limpiar la casa tranquilamente.

Siempre que podía la ayudaba. Ella me cuenta que a mis cuatro años me paró sobre una cubeta y me puso a fregar los trastes. Al ver mi disposición de cooperar y sentir el alivio de una tarea menos, mi pobre madre se largó a llorar: finalmente, alguien la ayudaba.

Después de casada, entiendo perfectamente cómo se sentía mi madre. Como ella, tengo un trabajo a tiempo completo, dos hijos y un marido que atender. Las tareas domésticas en una casa son infinitas. Y tan pronto limpias algo, se ensucia con la rapidez de un abrir y cerrar de ojos. ¡Se pierden tantas horas en ese trabajo tan agotador y para nada encantador! Limpiar la casa es odioso, y me atrevo a decir que en la mayoría de los casos, las mujeres no tienen quien las ayude. Pero, muchas mujeres, y aquí me incluyo, nos obsesionamos con la limpieza del hogar, como si con ello quisiéramos demostrar cuán limpias y ordenadas somos, como si quisiéramos agradar con el orden de la casa a todos los que viven en ella. También la sociedad juzga a una mujer por este factor; nos sentimos presionadas con tener una casa salida de magacín cuando recibimos visita.


Hoy me topé con esta imagen en internet. Y en algo tiene razón: perdemos mucho tiempo valioso de nuestras vidas limpiando y ordenando una casa. No digo que dejemos de limpiar, soy una de esas que detesta sentir el piso sucio o ver la cocina llena de platos sin lavar. Digo que, hay tantas cosas importantes y hermosas en nuestra vida que… limpiar la casa no debería ser una prioridad.

Yo ya colgué mi delantal. ¿Te atreves tú?

Edward Cullen en Luna Nueva.


No sé que piensen ustedes, pero yo no quiero a un príncipe azul en su corcel blanco... ¡quiero a Edward Cullen en su volvo plateado!

Robert Pattinson más bueno que nunca, menos mal que dejó la flojera y le entro durísimo al gym para no verse tan escuálido como en "Crepúsculo"-malísima onda verlo con brillitos en todo el pecho como si fuera drag queen (x_x)-, ahora si que solamente por él iré a ver la pelicula del mal porque el libro de plano que no me gustó...

¡Saludos desde el Caldero!