"En el fondo soy una buena chica. Pero también puedo ser una bruja. Soy una persona muy perfeccionista y tengo que soportar mucha presión. A veces, cuando quieres conseguir algo no tienes más remedio que ser una auténtica bruja". (Madonna)

EL LOBO-HOMBRE -de Boris Vian-







“Cae la noche y amanece en París,
en el día en que todo ocurrió,
como un sueño de locos sin fin,
la fortuna se ha reído de mí...”
-La Unión.

“El Lobo-Hombre” es una fábula sobre el hombre como depredador. Este relato del escritor francés Boris Vian, es la historia de un lobo llamado Denis, que se alimenta de hierba y jacintos azules y sueña con abrir un taller de reparaciones. Un día, Denis tropieza en su camino con un brujo llamado el Mago del Siam, que muerde al lobo, convirtiéndolo en lobo-hombre por "los fenómenos de licantropía o, mejor dicho, de antropolicandría". Obligado a convivir con los hombres por un tiempo, Denis descubre en París sus miserias y su maldad, y las secuelas que las noches de luna llena pueden dejarle. Más allá de la absurdidad de los detalles, el relato es una aguda crítica a la especie humana.

En este volumen de 13 cuentos, Vian pone en juego toda su capacidad narrativa en aras de construir un universo ácido, surrealista y profundamente divertido y cachondo. Las temáticas de los mismos son muy diversas, pero se podrían dividir con facilidad en tres temas centrales: los fantásticos-sexosos; los desquiciados y los francamente delirantes.

Con una facilidad y agilidad narrativa que pasma incluso al lector más experimentado, nos lleva de la mano por su particular visión de la vida y la civilización humana. El balance que hace de la sociedad moderna es decadentista y pesimista, con sólidos fundamentos filosóficos. Pero al autor no le interesa tanto elaborar un ensayo sociológico de la sociedad de mitad del siglo XX que le tocara vivir, sino profundizar en el alma de sus personajes, tratando en la mayoría de los casos, llevarlos a situaciones extremas, extrapolando los senderos de la lógica.

El cuento será fácilmente relacionado con la canción del grupo español La Unión, que tomaron prestada la trama de este interesante relato de un lobo que al ser mordido por un malvado brujo (El Mago de Siam) se torna en hombre convirtiéndose en “Lobo-Hombre” (Que no es lo mismo que ser Hombre-Lobo), y convive con los salvajes seres humanos por un tiempo. Al poner la voz narradora en el lobo, la civilización humada queda reducida a una caótica colección de barbarismos. El relato además de ser profundamente divertido, posee un aliento reflexivo muy fuerte, y nadie que lo lea puede quedar indiferente ante los poderosos argumentos que da el lobo para detestar a los seres humanos.

Mordacidad, ansias de comerse el mundo en un par de rebanadas, habilidad extraordinaria para convertir lo siniestro y macabro en hilarantes cuadros y escenas. Situaciones rarísimas, búsqueda y experimentación altamente lograda, es lo que presenta esta refrescante lectura, en la cual Boris Vian da una cátedra de lo que implica escribir un buen cuento, que no sólo nos impacte en el momento de leerlo, y se esfume con el paso del tiempo en las marañas de nuestra memoria, sino uno que se quedé grabado incluso en nuestro inconsciente, y nos obligue a leer la misma historia varias veces en busca de una respuesta que tal vez se encuentre en otra parte.

Boris Vian nació en Ville-d’ Avray, Francia, en 1920. Sus estudios quedaron interrumpidos por la guerra, y al terminar ésta, Vian se dispersó en múltiples actividades: actor, cantante y músico de jazz, periodista y escritor, viviéndolas todas con tal furia e intensidad que perdería prematuramente la vida en 1959. Sus tres primeras novelas, firmadas con el seudónimo de Vernon Sullivan y escritas entre 1946 y 1947, amargas y virulentas, suscitaron entonces un gran escándalo. Más tarde seguiría su obra más madura, aunque no menos desesperada, entre otras, El otoño en Pekín, Que se mueran los feos, La hierba roja y El arrancacorazones.

Saludos desde el caldero!

Lady Mara Grandchester.

1 comentario:

Vanessa dijo...

Buen punto de vista, pienso lo mismo :)